marzo 28, 2024

Desplazados por la violencia buscan refugio en EEUU

Ciudad Juárez, Chihuahua.— El 06 de febrero de 2016, Mariana fue secuestrada por su ex pareja, Jesús Rodríguez, líder de la banda criminal “Los Mexicles”, brazo armado del Cártel de Sinaloa.

Rodríguez, quien purgaba una condena de 250 años por secuestro en el Cereso estatal número 3, retuvo y golpeó a Mariana dentro del reclusorio. La joven logró salir cuando su madre denunció el caso ante los medios de comunicación.

Durante meses, Mariana y su familia habían sido amenazados por el líder de los Mexicles. Después del secuestro, Mariana evidenció la corrupción existente dentro del penal, pues varios reos gozaban de privilegios; sin embargo, ni la Fiscalía General del Estado ni la Fiscalía de Género en Chihuahua lograron garantizar la seguridad de Mariana y su familia. Fue entonces cuando decidieron huir del país.

Mariana cuenta que cuando llegó al cruce internacional, le brindaron todo lo necesario para ella y su bebé, sin embargo, a los días siguientes la mantuvieron detenida durante ocho meses en el campamento del Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE, por sus siglas en inglés) de El Paso, Texas.

Cuando la dejaron salir, le colocaron un brazalete electrónico para vigilar sus movimientos; se mantuvo con el dispositivo durante 15 meses, hasta que el abogado Carlos Spector, de la asociación Mexicanos en Exilio, llevó su caso a la corte de inmigración y lograron que el dispositivo de vigilancia fuera removido.

Desde que Mariana ingresó a Estados Unidos, Mexicanos en Exilio atrajo su caso logrando que ella y su madre entraran dentro del programa de la Convención Contra la Tortura, que les permite vivir en Estados Unidos, tener acceso a seguro social y un permiso de trabajo. No obstante, estos beneficios no son permanentes.

Vivir en el exilio no ha sido sencillo para Mariana. “Yo me siento muy rara porque no pertenezco aquí, pero tampoco puedo estar en mi país”, relata.

Los ocho meses que permaneció en el centro de detención del ICE, tuvo que portar un uniforme y habitar en una barraca con 52 personas más: “ellos dicen que es un campamento, pero es una cárcel (…) no te tratan bien las oficiales de ahí”.

Mariana dice que desea que la corrupción en México desaparezca, pues considera que en lugar de apoyar a las personas que lo necesitan, sólo apoyan a quien tiene dinero.

A pesar de que Mariana demandó los hechos ocurridos en el interior del Cereso estatal número 3, su ex pareja fue absuelta del delito de secuestro. Después de las denuncias, su integridad y la de su familia aún corrían peligro, lo que la obligó a vivir en el exilio.

Son negadas el 98% de las solicitudes de asilo político

De acuerdo con Gloria Amesquita, coordinadora de Mexicanos en Exilio y asistente legal de Carlos Spector, existen tres opciones cuando una persona huye de su país por cuestiones diversas y pide ayuda al gobierno estadounidense: asilo político, retención de remoción y la Convención Contra Tortura.

En lo que respecta a el asilo político, las personas pueden solicitar la residencia, pero con las otras figuras los beneficios no son permanentes, pues el caso se puede abrir una vez que las condiciones del país del que huyeron mejoren.

El asilo político para los mexicanos es muy difícil, asegura Amesquita, pues aproximadamente el 98 por ciento de los casos son negados. La coordinadora de Mexicanos en Exilio considera que si Estados Unidos acepta a demasiadas personas a través de asilo político, el gobierno tendría que aceptar que México no es un país seguro y afectaría a los acuerdos económicos entre ambos países.

Actualmente, Mexicanos en Exilio atiende 100 solicitudes de asilo político, la mayoría provenientes de Ciudad Juárez. Estos casos podrían tardar cinco años en resolverse, pues ese es el tiempo promedio.

Amesquita comenta que anteriormente las personas podían llevar su proceso en “libertad bajo palabra”, sin embargo, desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, esto ya no es posible.

Dado el contexto de violencia e inseguridad que se vivió en Ciudad Juárez en 2011 y 2012, Amesquita agrega que llegó un momento en el que se registraron hasta 12 mil individuos que buscaban el asilo político en Estados Unidos.

Entre las causas principales que llevan a las personas a solicitar asilo político, se encuentran homicidios, desaparición, secuestro y otras violaciones a los derechos humanos. La coordinadora de Mexicanos en Exilio informa que además del acompañamiento jurídico, también se les brinda apoyo psicológico para superar las afectaciones emocionales producidas por la violencia.

Violencia y deseo de desplazamiento permanecen en Juárez

La población con el deseo de abandonar Ciudad Juárez ha disminuido en los últimos seis años, sin embargo, permanece.

De acuerdo con la Encuesta de Percepción Ciudadana “Así Estamos Juárez”, el porcentaje de personas que contempló en algún momento abandonar la ciudad fue de 55 por ciento, en 2011; 35 por ciento, en 2012; 38 por ciento, en 2013; 29.7 por ciento, en 2014; 30.8, en 2015 y 29.4 por ciento en 2016.

A pesar de que la encuesta no proporciona los motivos por los que los encuestados contemplaron abandonar la ciudad, los porcentajes más altos corresponden a los años en donde la violencia e inseguridad en Ciudad Juárez era mayor.

De acuerdo con el informe de desplazamiento interno forzado en México de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, se estima que aproximadamente 230 mil personas fueron desplazadas sólo de Ciudad Juárez, de las cuales por lo menos 115 mil cruzaron la frontera para llegar a Estados Unidos.

Los delitos por los que las personas buscan desplazarse de Ciudad Juárez aún permanecen en el estado de Chihuahua, sin embargo, es el homicidio doloso el delito predominante de la incidencia delictiva.

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, el estado cerró el año 2017 con 2 mil 15 homicidios, de los cuales casi el 89 por ciento corresponde a hombres, y el resto a mujeres.

La mayoría de dichos homicidios se cometieron en Ciudad Juárez, pues de acuerdo con el Observatorio Ciudadano del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana, en esta ciudad fueron asesinadas 794 personas en 2017.

El vocero de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Juárez, Arturo Sandoval, comentó que el número de homicidios responden a un único factor: el narcotráfico.

Según Sandoval, en 2017 se detuvieron a 150 personas ligadas a los homicidios perpetuados en Ciudad Juárez y se decomisaron 112 mil 636 dosis de diferentes tipos de drogas, de las cuales 72 mil 424 dosis corresponden a mariguana.